Poco se imaginaba el veterano escolta de 33 años, Cuttino Mobley, que tras ser incluido en el traspaso que lo envió de Los Angeles Clippers, donde estaba jugando como titular con más de 30 minutos por noche, a New York Knicks, supondría la posibilidad de no jugar nunca más profesionalmente.
Y es que en el examen médico le fue detectada una dolencia cardíaca de la que siguen haciéndole pruebas. Deportivamente no se paró el traspaso ya que los Knicks tenían mucho más interés en el aspecto económico del traspaso que en el deportivo, enfrascados como están en su lucha por liberar masa salarial pensando en el verano de 2010.
Pero Cuttino ya conocía su dolencia desde su año rookie en Houston Rockets, y tampoco era desconocida para su franquicia. Y ha jugado en 3 equipos más durante 11 temporadas.
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